Tu dulce voz a mi oído ha llegado
y ha hechizado a mi corazón.
Gracias mi Helenita porque has arrullado
a mi alma solitaria, con tu suave canción.
Te escribo estos versos porque eres dulzura,
te escribo estos versos porque tú eres amor,
Helenita de Armenia, eres toda ternura,
eres lo mas bello que hizo el Creador.
Tu dulce voz, mi Helenita querida
es como el murmullo de las olas del mar
y hacen que mi alma se quede dormida
para que pueda contigo soñar.
Tu dulce voz, mi linda Helenita
es como la brisa del amanecer,
es como una lluvia de agua bendita,
es como el lucero de mi atardecer.
Es el suave chasquido del vuelo de un ave,
es la más hermosa nota musical,
es la canción bella, dulce y suave
que entona en nuestro Edén el coro celestial.