Una caricia,
al amanecer,
despertándote,
con mis ojos tiernos
te envuelvo en mis brazos
y te retozo como niña,
con los carrillos sonrojados,
entonandos caricias en tu alma.
Te adoro como a esa luz,
que entra por las ventanas,
y hoy quiero mimarte,
con un desayuno de amor,
poesias y versos
y café endulzado,
con dulces besos de miel,
solo para ti,
y unos panes,
calientes de rimas
para acompañar,
la felicidad mas delicada,
de compartir este momento.
Vivamos nuestras horas,
mas felices,
que la existencia es celosa y
quizás no puede con tanto amor,
de tenernos entre los brazos.