Me apresuro a empujar el bergantín
ahora que siento zumbar suave mis oídos
y veo cambiar las nubes de forma rápido,
la fuerza de tus suspiros llevará al fin
del mar, hinchando las velas de mi corazón.
Despertó el cuerpo dormido en rutina,
quiere emprender apresurado viaje,
remontarse a playas lejanas, fascina
buscar, en arenas blancas todas bañadas
por abundante y tibia agua cristalina,
los veleros que dieron esperanza vaga;
convencidas esperan fortuito regreso
para cosechar o recibir mejor halago
de lo que seres dieron por medio de besos.
Deja de andar por caminos solitarios,
llenos de amargura y que al amor matan,
a la felicidad hieren y profieren agravios
y a tu grata vida muchos años quitan.
Por esta travesía embarcaremos juntos
para conocer los profundos secretos
que los enamorados en la mente guardan
celosos, impidiendo sin razón entiendan
sus adversidades o complejos curables,
ven pronto a este viaje, no demores tanto
porque por otro amor no puedo cambiarte,
a tu lado los días y años serán inolvidables.