Yo vengo aquí, ¡Hay padre nuestro!
de sacrílegos altares
con el alma compungida
no hay mas vida sin pesares.
siento, en mi mágica fuente
sus dulces caricias suaves
ya se fueron, se esfumaron
¡Hay! Gime mi pobre madre.
Y mi alma, mi pobre almita
en nuestra mágica fuente
fue a soñar, para beber
gotas vanas de su ser.
Ver, que el paso de su luz
en vez de aquietarme penas
acrecentó mi querer...
Yo lo siento... y lo presiento.
Ay... ay... ay... Yo sin saber
donde ella se fue a beber,
no será realidad,
ella me enseño el querer.
Ya se fue... se fue... fue ya
junto a mí, soñémosla
mi almita, no llores mas
confiemos en mas allá.