Con el tibio viento que sale de su aliento me llamo,
me abrazo con su mirada, confesándome su amor,
en aquel breve instante de horas endulzadas con pasión,
sentí que la vida, en mi árido cuerpo por sus besos renació.
Y no puede ser un sueño que en mi mente floreció silvestre,
no puede esta sonrisa que tatuó solo ser pintura rupestre,
me han contado que le sucedió a un ángel que su belleza admiro,
dice la historia que hincado, sumiso esta frase susurro.
Ojala fuera mortal, para en sus ojos reflejarme yo,
para olvidarme de las alas que me mandan a volar,
para cantar mi suerte por al lado de un ángel presente estar.
Es así que no soy el único que ha vivido alimentado por su vida,
Que no soy el primero que ha sido endulzado por su risa
Eso si!, soy el único que con un susurro sueña con grandeza.
DRQCO