Llega cada mañana con un reto diferente,
poniendo a prueba mi voluntad,
poniendo a prueba mi subconciente.
Curioso me resulta este viaje,
pues no contaba con el hecho
de en mi vida poder contarte.
Y más curioso resulta aún
que como si de un mar te tratases,
dentro de tus olas me siento navegante.
Crece en mi un sentimiento indomable,
y siendo yo un hombre sencillo
me temo no poder ganarle.
Tantas incognitas planteas en mi vida,
respuestas fuera de mi alcance.
Ya sea conste nuestro encuentro
de una eternidad o sólo un instante;
Sin importar cual sea el precio,
bastante es lo que ganaría
con tan solo poder mirarte.
Y es así que sin pensarlo
surco el horizonte,
contemplando tu oleaje;
maravillado de tu persona
acepto dichoso el peaje.
Entregandome a este viaje,
aprovecho cada instante;
alabando a Dios por la dicha,
de en mi vida poder contarte.