Te vas sin decir nada
y tu voz ausente, calla.
Manchas mi nombre
con tus reproches
y la amargura de tus palabras sobre mí descargas.
¿Acaso no fui tu luz,
cuando tu vida en la oscuridad
se perdía?
Cuando te ofrecía
de mí,
mi alma,mi corazón
y mi energía.
¿Por qué deseas ahora
hundirme con tus calumnias?
y todo lo que por tu boca sale,
son reclamos y daños,
que clavas en mis entrañas,
con tus envenedadas uñas.
Sé que existieron momentos
de felicidad absoluta,
donde brillaban tus ojos
y todo a tu alrededor
era un paraíso hermoso,
donde los dos disfrutábamos,
de un amor, como nunca
existirá otro.
Pero, hay que aceptar
que todo tiene
un principio y un final,
y tal como es lo tenemos
que aceptar.
Te dejo que recapacites,
que pienses lo que me hiciste,
que dentro de tu alma mires,
y veas que allí existe
un mar de fuertes pasiones,
de ilusiones de colores,
un templo de bellas flores,
donde tú te regocijes,
así te daras cuenta
que yo por ti,
sólo el bien hice.