Reflexión (Tranquilidad)

Paseo por el campo

en el arbolado bosque lleno de vida

respirando el aire puro y fresco

que regala la naturaleza.

Veo el césped verde

limpio y finamente recortado

que ni siquiera

una pequeña lámina de hoja resalta

sobre éste

el sol traza y abre un surco de luz

conforme avanzo

cuál si fuera un arado de rayos luminosos.

Logro distinguir

que pareciera que los árboles se mueven

en sentido contrario al que avanzo

y dejan entrever sus rígidos tallos

la ruda y áspera corteza

la sombra que proyectan

igual, se mueven contrario a mis pasos.

Avanzo, llegó al lago

y en éste, igual

sobre la superficie

el agua cristalina refleja al sol

que majestuoso

lanza un haz de luz que fulmina.

Sobre el agua se logran ver

diminutas olas que ondean en sentido hacia mí

curioso, porque me hace recordar

que le temo al mar

sí, le temo al mar y a las olas

porque parecen que me buscan

y me persiguen, eso me aterra.

Sentado en el césped, a orilla del lago

el tiempo corre solo

y sin más rivales

que nuestras propias vidas

porque somos nosotros

quienes competimos en contra suya

sin poder ganarle

porque el tiempo no tiene cuerpo

ni voluntad, pero rige nuestras vidas

Veo el reloj como avanza

y sus manecillas marcan el tiempo

las horas, los minutos, los segundos

pero no son capaz de detenerlo

porque el tiempo es absoluto y autónomo...

Que apacibilidad nos regala la naturaleza

nos da la posibilidad

a reflexionar sobre nosotros

la vida misma

el cómo aprovechamos o desperdiciamos

nuestro tiempo

el mismo que corre tan aprisa

y es imposible rebasarle

Logro ver y escuchar a las aves

cantar felices de la vida que les tocó vivir

con sus complejidades y ventajas

pero son felices

trinan, vuelan, revolotean entre ellos

¿por qué nosotros, las personas, no podemos

o no somos capaces de disfrutar al igual

de nuestras vidas?

hagamos de nuestras carencias retos 

y de nuestras ventajas logros

seamos felices como los pájaros

libres y sin complejos.

Disfrutemos viviendo un día a la vez

sin preocupaciones por el pasado

y sin las exigencias

de querer saber el futuro

porque ese, serán nuestras acciones del presente

quienes las construirán.