De pronto, me encontré contigo en el paraÃso . . . sin haberlo imaginado siquiera.
Estaba ahà absorto, embelesado, no podÃa creerlo.
Fui testigo, no mudo, porque de inmediato expresé sorpresa acerca de algo que la naturaleza nos brinda, mezcla y combinación de matices como en un ensueño.
La primera luz que vi en el momento fue la del astro rey que, previa a su ocaso, tiene un tono de tristeza porque ya se va.
La segunda, fue de la luna aún no en todo su esplendor, pero si soberbia sabiendo que la noche ya serÃa de élla.
La tercera provino de los cocuyos que brillaban intermitentemente más que la luna y el sol juntos.
Asombrado por esa experiencia advertà que tu sola presencia a mi lado iluminaba la vida, ya que tienes la claridad propia que Dios les da, únicamente, a mujeres maravillosas . . . como tú.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda                                            Â
Municipio de Manlio Fabio Altamirano, antes “Purgaâ€, Estado de Veracruz-Llave, México, a 24 de septiembre del 2005
Dedicado a la Lic. Gloria Rafaeli Becerra (QEPD)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)