Todavía trato de explicarme que te pasó,
el porqué de tu partida.
No se que cambió,
pero te puedo jurar que estoy abatida.
No te tengo más entre mis manos,
y tampoco te escuchan mis oídos.
Es doloroso ya no sentir el sonido de tus pasos,
ni verte expresar tus sentimientos.
Quién tuvo la culpa de este final abrupto,
fueron mis miedos o los tuyos.
Sin embargo tengo un mal presentimiento,
que los motivos fueron otros.
Ya no importa buscarle una explicación,
su oportunidad pasó.
No fue mi culpa que no haya puesto en acción,
lo que en verdad sintió.
Lamentablemente no pudo manejar la situación,
su inmadurez y egoísmo no lo dejaron avanzar.
Ahora ya ni sus intentos de anulación,
me harán volverlo a amar.
Fue una historia de amor,
que va a quedar en mi recuerdo
No obstante, me dio el valor,
para pelear por lo que me merezco.