¡ Eternidad, hora ensanchada…!
( Juan Ramón Jiménez)
¡ Eternidad, tiempo descoyuntado
por cuatro caballos
infatigables!
El primero arrastra al pasado
entre la niebla espesa del recuerdo.
El segundo desolla al presente
entre las piedras resbaladizas de lo efímero.
El tercero avanza al futuro
entre el desierto compañero del anhelo.
El cuarto…
El cuarto no se sabe- dicen- dónde va;
el cuarto galopa sin nada,
sin nadie,
hacia un abismo con boca y sin cola- dicen unos-;
hacia verdes praderas cansadas de otoños- dicen otros-.
Pero yo he visto cabalgar, jubilosa, a mi vida jubilada
hacia el horizonte difuminado
de la Vida.
Y su cabalgar
era, es y será
infatigable.
Y mi vida también
es un fue,un será y un es cansada;
cansada de ser polvo de un camino,
cansada de tanto soplar y ser soplada
cansada de tanto pisar y ser pisada,
cansada de estar un rato cansada.
Pero, enamorada de estar un rato enamorada
de su polvo enamorado