Yo te tomo, como la mujer de mi vida,
el espejo único, de mis únicas verdades...
casi al contemplar el sitio que todavía
te robé ese beso que soñaron mis potestades,
y al tomarte como mía, excelsa y atinada,
tu voz quiebra los otoños mal dormidos,
que me importa haber vivido en esta nada
cuando hoy me retomas, puro y sin castigos!
Anochece en la tarde de mis espectros
olas de multitudes, secas y desgastadas,
férrea templanza de ánimas y grotescos
que ya son pasado, en mis paredes derrumbadas,
olor a ti mujer! carne y piel en mis costados,
un lucro de amor, que de sobra, reconoces
el afán de soltarte, y convivir a mi lado
en cada tiempo que quede...tu sabes, me conoces,
yo te tomo, desde la mas profunda nobleza
del hombre que ama, que siente y desespera,
cuando pienses en mi, y crepiten las tristezas,
cuando todo sea una luz, de aquella vez primera.
"..R.N..."