Entre el sí y el no, se esconden esos abismos
de esperar respuestas que aveces no llegan,
tratar de sentirte y conocerte a ti mismo
perder los minutos que en realidad te desvelan.
Entre el sí y el no, la abertura es infinita
colosal vagabundeo te pesan como incertidumbre,
sísmica razón de una ironía que musita
el frío del invierno te pesa por costumbre.
Entre el sí y el no, la vida te dá vueltas
sobre el rosedal inquieto de cirtas mocedades,
entre el sí y el no, tu alma queda abierta
y deshojas la flor esperando novedades.
Entre el sí y el no, tus noches se acostumbran
a pensar en ella y a volar en franca agonía,
entre el sí y el no, el futuro se vislumbra
muriendo en las tardes y creyendo en el día.