Un relámpago, abriendo los caminos
Peregrino de la noche, yo te amé!
Mi canción, mi compañero, mi delirio
En lo oscuro, una luz, también la fé!..
Ingente, carga de valiente..
Prometías, al albor todo tu amor!
Me nutriste, con tu bella voz, que aprende
En el morar, desde el triunfo, la razón
Caminaste al lado mío recurrente…
Disparando esas flechas en mi honor!..
Hoy salvaje!.. Muy discreto, y en creciente!.
Desclavaste, urdido el temor!..
A la voz que te inspira evidente!..
Sentimientos, de nobleza y redención..
Yo tu diosa!.. en las aguas donde habitas
Imperiosa de genuina pasión!.
Beso al tiempo!.. y enredándome en tu boca!..
Grito al aire, consecuente inspiración!
María Verónica García!