No podría sin ti ahora pasar
me faltarían tus besos obsesivos
tus caricias, y esos tus labios vivos,
con los que siento tus pasiones sin par.
Es un placer, que no puedo explicar,
con los encuentros de amores agresivos
muy delicados, suaves y comprensivos
de los que mi alma suelelos desear.
Mi Blanca flor, mi linda Blanca flor,
eres tan dulce bonita y complaciente,
que me destrozas con ese amor ardiente.
En el que vivo la esencia de tu amor,
¡Ay, Blanca flor, con cuánto desespero
puedo decirte: ¡Mi amor cuanto te quiero!.
El poeta
desconocido.
7/6/013