Te marchaste cuando màs te necesitaba.
Fuiste como un mar, y sobre tu piel nadaba;
tus cristalinas aguas por mis poros penetraba,
y yo frenètico, en tus entrañas buceaba.
Esperè ancioso que un dìa retornaras,
percibiendo en la atmòsfera tu perfume;
cuya fragancia me embriaga de pasiòn,
llenando mi vida de luz y de amor.
Retornaste cuando menos lo esperaba,
y sobre tu piel volvì a navegar;
fuè un impulso irresistible de la carne,
apasionada entrega, de ensueño y de locura.
Nuestra entrega fuè preludio del olvido,
no he de morir bajo el influjo tu hechizo;
me he librado de tan cruel esclavitud.
voy a adentrame en las arenas del desierto.
Ya, sin tu amor, me considero muerto,
mi viejo corazòn ha dejado de latir;
no soy màs que un fantasma en el desierto,
me falta el efluvio de tu amor para vivir.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!