Era un día hermoso y nos sentíamos contentos e ilusionados, como tantos otros que estuve a tu lado, yo te miraba, lleno de felicidad, admirando a la mujer que el destino me había otorgado, tú comentabas las cosas que teníamos que comprar para navidad. Pasamos varias horas en el centro comercial, después una larga cola que parecía no tener final, cuchicheamos y bromeamos y de caricias nos llenamos. De vuelta a casa, en una tasca, paramos, en la que nunca habíamos estado, tú estabas radiante y hermosa, yo desenfrenado. Una tabla de jamón y dos copas de vino que estaba muy bueno y por ello.repetimos, con tú presencia y el vino, me sentía en el cielo pues el local estaba lleno, ni cuenta me daba de la gente que nos rodeaba. Un beso y un abrazo y se detuvo el tiempo, chistes, sonrisas y sentimientos. en tus ojos un destello de amor eterno. ¿Que tomáis?, preguntó el camarero, ¡Wuisky yo, tú licor! se nubló mi mente.así de repente. discusión, insultos, destellos de celos. Se fue la navidad y también mis anhelos, pasó el fin de año. aquí en mi soledad.por ti suspirando. ¡Maldito Alcohol!