Fue con un beso y mi carne ha hechizado,
en el contacto la esencia ha dormido,
beso que absorbe la vida tan lento,
es ardorosa e incurable la herida.
Brasa que quema y no muestra su llama,
que a todas horas por más fuego clama,
labio embrujado que hechiza mi boca
y con su beso la esencia ha llagado.
Vigilo atento y espero el regreso,
entre sus labios mi esencia revive,
aguardaré que aparezca de pronto.
Al Dios del cielo le pido que vuelva,
o que me vende esta herida que llaga,
por ella en fuga se va mi existencia.
Humberto Reyes H.