Y podrán llegar las aves a tu puerta tocar
con velo blanco y con ansias a poder llegar
ellas a tu regazo y tu con él al dicho altar
Y yo que no soy él, y que tampoco, lo seré
aun así, por el amor que te tengo, trataré
y en tu iglesia, "me opongo" yo diré
Mas, sin cambio visible, y yo irrisorio ser,
seré burla, por seguir de lleno mi querer,
y saldré desdichado, ya sin nada que perder.
Pero, recuerda esto muy bien dulce mujer
que por razones fuiste la maldita de mi haber,
como yo, uno mas te querrá, y ese no ha de ser.
Y no obstante, con el dolor en las entrañas
yo te apoyaré en tus dolientes desventuras
y ahorcando el corazón, oiré de como lo amas.
Yo, siempre estaré ahi, para ti, bella dama
y aunque solloze triste nocturno en mi cama,
nunca te ha de faltar consejo, ni de algo nada.
Yo estaré contigo aunque sea por tu consuelo
aunque me destrize y me revolque en el suelo
tuyo incondicional por siempre, amor, mi cielo.