Vuelve a correr el tiempo.
Pasan años y meses,
los instantes, los días,
ruega al cielo en silencio
por su vida cambiar
no quiere derrotarse,
ni puede conformar.
Cuando mas deprimida
se encuentra ya sin sueños,
del cielo Dios le manda
una nueva misión,
le vuelven nuevos aires,
regresa su sonrisa,
ella vive contenta,
una nueva ilusión.
Y ahora, que se encuentra
sin penas ni torturas,
sin dudas y sin fríos,
pero falta calor,
aparece ante ella
una voz susurrante
que le endulza los días,
le tiembla el corazón.
El destino traiciona,
ella ahora tiene miedo
de que esa vida serena
que por fín consiguió,
desaparezca pronto
y a temblar empezó.
Se cubre, se acoraza,
se amuralla, se esconde,
pero pronto le gana
la infiel curiosidad.