"MURIO SONRIENDO"
Murió sin quejarse. Murió sonrïendo,
como si en su muerte encontrara la paz.
Estaba tranquila mi madre durmiendo,
durmiendo y sonriendo no dijo ya más.
Murió sin quejarse y, yo aún no lo entiendo...
y dijo la muerte: "ni lo entenderás".
Estaba tan cándido, con tan grave gesto,
límpido su rostro como si a la par
en ese momento terrible y funesto
un beso se dieran el cielo y el mar;
y yo me sentía tan triste y molesto
que ya no recuerdo si pude rezar.
Después la enterramos; igual como a todas
las madres que mueren y se han de enterrar
y al cabo del tiempo, como cuando podas
las rosas, de tanto, de tanto llorar,
sin poses como esas que imponen las modas,
con fe renovada me he puesto a rezar.
Así fue su muerte, sin quejas, sonriendo,
igual que su vida, sin quejas y en paz
y un día ¡qué día!, mi madre durmiendo,
durmiendo y sonriendo no dijo ya más.
Después la enterramos y yo aún no entiendo...
y ha dicho la muerte: "ni lo entenderás..."
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)