Hoy te vi,
te vi al anochecer,
tienes unos ojos preciosos
son de color café
y unos cabellos morenos
que por la espalda se dejan caer.
Estabas junto a un chico
del que yo nada sé
pero me puse celoso,
mi corazón comenzó a arder.
Hoy te vi,
te vi por segunda vez,
estabas tan bella
que se me erizó la piel.
No supe que decirte,
tampoco supe que hacer
sólo contemplé tu sonrisa
tus labios dulces como la miel
y así pasó ese instante
y te marchaste con él.
Hoy te vi,
te vi y ya van tres,
esta vez si que hablamos
a mí me temblaron los pies.
Estuvimos tú y yo solos
y algo extraño te noté,
me preguntaste como estaba
yo te mentí con un bien.
No me atreví a decirte
lo que pronto iba a suceder.
Hoy te vi,
te vi y te toqué,
me dijiste que estabas sola
que habías roto con él.
Estabas tan triste
que animarte intenté,
entonces te di mi mano
y pude sentir tu piel
fue un minuto tan dulce
que jamás olvidaré
Hoy te vi,
te vi y siempre te veré,
pues aquí desde el cielo
las cosas se ven muy bien.
Lágrimas en tus ojos
en mi entierro te noté
pero no debes preocuparte
no llores por mí, mujer,
porque esta noche mientras duermas
tus labios yo besaré.