Te aman mis huesos,
osamentas que los años
han acomplejado
con vaivenes decididos.
serias consecuencias
de mil batallas
y vigias obstruidos.
Te aman mis pensamientos,
motores crepusculares
de las ansias mias y
de los cementerios
proscriptos en
épocas de decadencia.
Te aman mis cóleras,
enérgicas pancartas
llevadas a lo alto
del mástil
de los ideales.
Te aman mis abriles,
mariposas que dentro
me cosquillean
incesantes, las raices
de mi alma.
Te aman mis adioses
y mis encuentros con
la muerte, con la vida,
con la ceguera del
vidente y los ojos
del inconciente,
y en definitivam te aman
mis propias irregularidades,
que en ti...se idealizan.