Mis poetas me cuentan,
me distraen,
me hacen volar con tantos anuncios,
pero siempre queda el tuyo reservado,
en un cofre que guardo muy ordenado,
porque de ahí no te me escapas,
y tus sentimientos yo los guardo,
toditos para cuando tu vengas,
en un suspiro te los regalo,
todos juntos,
todos apretados,
para que te enteres que de mi,
no te escapas tan fácilmente,
que cuando quieras me tomas,
y seré tuya para siempre,
en la esquina de aquella calle,
como ocurrió aquel día,
yo vole y fui tuya,
por un segundo en ese día,
pero sin querer me soltaste,
y del porrazo casi pierdo la memoria,
pero no este encontronazo,
que choque, que fugaz,
pero no importa,
allí esperaré que tu me digas,
el porque te amo tanto todavía.