En los recónditos del alma, mueren palabras,
los sueños se retornan en humo y se apagan,
devolviéndome hacia la eternidad ciega y vana,
que navega en un barquito llamado esperanza.
Encandilada y hechizada, recuerdo aún mi añoranza
que se pierde entre la gente, sin decirme nada,
entristeciendo mi corazón, descendiendo la llama,
que tanto un día se encendió, cayendo en calma.
Quiero volver a palpitar, a sentir viva mi alma,
a caminar con miedo, a tropezar con tu mirada,
a sonreir sin motivo, a mirar la luna encantada,
a no dejar de echar de menos,a pensar desesperada
Y en el silencio,olvido todo lo que ayer esperaba
entre el sol y la luna, caigo en la madrugada,
acurrucada por el tiempo, meciendo lágrimas,
que hoy solo són, suspiros que vuelan al alba.