¿Dónde esconderé mi dolor, para que no sienta tu ausencia?,
Ese látigo que castiga,
sin piedad ni clemencia.
Es como tarde, sin reminiscencia,
noche fría, sin melancolías,
mañana gélida, sin amanecer,
en la hondonada de tus caricias.
Tú presencia ardiente, ya no es mía,
en mi cama, tu silueta,se ve vacía.
Tu ausencia, imperturbable, frígida,
en mi presencia, se regocija.
Tu recuerdo me agrede, me maltrata,
Tu silencio, anuda mi garganta,
Tu mirada, me tortura y desenfrena,
en mis sueños, sólo palabras ahogadas.
Tú imagen, en mis ojos reflejada,
En tu ausencia, dormida, ya no existe,
Tú olvido, espejo de mis pensamientos,
¡Cómo hiere, la ausencia, la soledad y tristeza!