Cuando AMAS más que la cresta
no te importa nada, ni palabras,
ni manías, ni gestos, ni actitudes,
ni la ropa, no hay críticas, no hay reproches,
dices una y mil veces te amo,
no hay reclamos, eres y te sientes importante,
no es una simple relación,
no es un simple pololeo, es mucho más.
Pero cuando QUIERES más que la cresta,
todo lo anterior es o deja de ser
y solo dices te quiero o
te amo cuando te lo dicen o peor aún,
solo dices yo tambien,
esa es la gran diferencia y
en resumen te AMÉ más que la cresta
y lo volvería a hacer sin dudarlo.