Mi abuela, no es una santa
pero es muy particular;
no es hermosa ni elegante,
como puedes comprobar,
pero belleza destila
con sencillez y humildad.
Reparte lo que ella tiene
y no lo puede evitar,
se entrega toda completa
cuando ya no hay mas que dar.
No puede ver privaciones
pues todas las ha sufrido,
y les comparte ilusiones
a quienes todo han perdido.
Mi abuela se ha ido a un paseo
y recogiendo flores , va
para entregar en el cielo,
pues todo, acostumbra dar.
Mi abuela, no es una santa
pero seguro tendrá
junto a Dios su lugarcito
de cierto, que allá estará.