Se trata del noventa por ciento de mi vida

No me digas "Tarde o Temprano", si prácticamente es más que ni si quiera alguna vez,
creo que he aprendido de bastantes errores, de volver a ser un iluso,
de subir y escalar a lo más alto y estar en lo más bajo en apenas un segundo,
toparme con la felicidad más duradera, será mejor propósito.
Creo que los caminos más acertados son los que se toman con más desacierto,
los trescientos metros hacia la meta me volverán a traicionar,
como a aquellas promesas que hiciste al viento,
pero si te llegas a arrepentir, finalmente lo harás porque supiste que lo di todo por ti.
Que me importa una jodida mierda lo que opine el resto,
que me importa más lo que exprese en cualquier texto
porque ya son mil cien un motivos que ofrecerte,
que no sé ser de otra forma que esta de la que soy.
Pero al fin y al cabo, no nos quedarán más cabos por atar, si el cabo primero
abandonó el barco y echó a todos sus tripulantes a la mar;
supongo que nos quedarán otras cosas por las que luchar,
volver a repetir momentos que para ti se volvieron eternos,
en los que tú me decías "no voy a irme".
Yo ahora mismo, pasado un mes y medio, te respondería que porque "te quiero"
ha pasado ese mes y aún me sigo preguntando ¿por qué diablos soy tan profundo?
porque el lugar que me espera después de esto será mucho más bonito, mucho mejor,
en los que deje los poemas en un segundo plano,
para tener como primer plano ese horizonte que por momentos no oteo.
Con veinte años, la poesía para mí es el noventa por ciento de mi vida,
dejando el otro diez restante, para dividirlo en dos cincos por cientos,
uno es el cinco de esperanza y
el otro cinco es lo que no sé que pasará cada día, cuando me despierto,
pero prefiero eso porque no tengo que demostrar nada a nadie,
mejor continuar siendo yo mismo, antes que caer al fondo del abismo.
©2011 Roberto Zarco.