Gloria, Irene y tú.
Reyna del alma mía, cuantas veces me sobajaste.
Te olvidabas de mí, y cuando querías regresabas
Princesa de mis deseos lujuriosos, eras tú
La que me hacías soñar, cuando era un niño. Gloria Irene, y tú.
Que fueron?, que han sido!
Ellas fueron solo sueños, solo deseos momentáneos
Y tú, que eres en mí?,
Si! tu eres la Reyna inmarcesible,
Consistente en todo lo que soy, en todo lo que siento.
Gloria, Irene y tú!
A ellas nunca las tuve, jamás las bese.
Y a ti, te ame en sueño, te ame en carne
Te amo, ávido de ti.
Eres mi amor pudiente, la oda
De lo mas bello de mi ser.
Eres la mujer que se acopla a lo inherente
De mi esencia, tu, y nadie más que tu
Eres la Reyna de mí ser perenne.
07-11-2009