Es un manto de estrellas,
con trozos de cielo.
No habia visto antes,
tanta luz en la oscuridad.
El tacto de cielo amarillo en la noche,
cubre nuestro íntimo,
oculto jardin,
de música y pasión.
Te roban con sus brazos,
se alargan las luces,
y la caricia de tu alma,
se queda con toda la magia de la noche.
Se refugia en tu piel,
en tus ojos tan bellos de rubor.
Estás en la noche,
en esta oscura noche,
como el astro más luminoso,
y aunque estamos juntos,
navegamos por separado,
entre estos juncos de montañas.
Se asoma por tus ojos de niña,
una estela de tiempo engañoso,
de horas sin andar,
de un silencio tan en calma,
que quedará reflejado para siempre,
más allá de recuerdos,
más allá de cualquier vida.
En este momento,
tu ternura construye mi ternura,
y me elevas más allá de la poesia,
quizás, donde nacen,
las estrellas y las rosas,
donde la ausencia,
es una voz de lejania.