Déjame probar el sabor
Que tienen tus manos, aun desconocidas,
Sentir el olor que desprende
Tu piel empapada de sudor.
Déjame saber de tus gustos
Lo que odias, que anhelas, que ansías,
Saber de tus sueños cada noche,
De tus más grandes tristezas y alegrías.
Déjame que encuentre yo tu camino,
Que llegue entonces hasta tu mismo ser,
Andar por donde nunca nadie te ha recorrido
Y sembrar allí la huella indeleble de mí querer.
Déjame recorrer cada espacio de tu mente
Y también saborear cada centímetro de tu piel,
Saber el colmo de todos tus excesos
Sentir el derroche de todo tu querer.
Déjame saber como piensas,
Que esperas de la vida, del mar, de las rosas,
Que piensas de la luna, el sol, las estrellas,
Saber que tanto de ti eres capaz de entregar.
Déjame llegar, un día no muy lejano,
A conocer toda tu infinita esencia
Quiero y espero que al fin la vida me regale
La llegada de tu anhelada presencia.