En una traición, eres luz en la oscuridad o esclavo del dolor.
En una deslealtad, doblegas tu dignidad o levantas la mirada.
En una infidelidad, te engañan y eres quien decide vivir el desamor.
En una perfidia, escoges la integridad o vives la irreverencia.
En la felonía, exiges el respeto o mantienes el silencio.
Quien traiciona, es desleal o infiel, alimenta la perversidad, humilla, lastima, engaña, es falso.
Justifica continuamente, la iniquidad, lo que hiere, pero sigue hiriendo.
Por ello, es indigno de tu respeto y amor.