Un Cid Campeador es añoranza, un Critobal Colón es añoranza, un Carlos V es también añoranza, y un cruel Torquemada es añoranza. Era la sangre roja y fuerte que corría, era un impulso fiero que brotaba, era una elevación sobre la estepa, era un chorro de luz en las tinieblas. Son nombres y más nombres y más nombres, como sepulcros fríos mal labrados, como campos de trigo ya cortados, como tierras quebradas, jardín en otros tiempos. Hidalgos de la Mancha, místicos y guerreros. ¿Espejismos y sombras... o sublimes recuerdos? ----------