(Amor profano)
Nombrándote, mi Amor, en devarío,
en el frío letargo de este tiempo,
ansiaba el corazón llamarte mío
mas se queda su voz en el silencio...
Habiendo derramado de Amor lleno
la inagotable sed de Amor profano,
aún siente mi cuerpo deseo pleno
y aún en mi agonía, Amor, te llamo...
Y en la noche febril de mi deseo,
con la ansiedad profana de tenerte,
por instantes te siento y te poseo
aunque sè que al final puedo perderte...
Yo no soy perfección, soy alma humana
y en este vano afán y en la porfía
por hacerte de mí, se hace profana
la inquietante obseción del alma mía...