Sombra ineludible
Qué espantos de pena socava el amor,
qué pérdida inmensa simula la vida,
no es llanto que aleja su solo querida
bañando de lleno el rostro de ardor.
Qué encantos de nada respeta el furor,
qué prisa sin motivo anhela el solitario,
repente querer sin saber de dolor,
yo cayo también como hojas de diario.
Qué escueta tortura en húmeros de harina
harían mi día, navideño de certezas,
que débil ahora la flor de Karina,
los abrazos de Silvia, de mi Madre sus tristezas.
Qué sombra ineludible a cuestas de cornisa,
qué poco arrepentir los errores de Marina,
no sabe que uno a uno muchas veces asesina,
no bebe mal de amor y no sabe de sonrisa.
¿Qué haces ante el hombro que busca tu contento,
marcando como pobre migajas en la palma?
¿Qué esperas de mi lástima si tengo sobre el alma
dos rosas precavidas y un beso sin aliento?
EstertoR de AmoR
(Sánchez Riveros Yuri Leonard)
Diciembre - 2007