Para la engañosa suavidad, tu presencia,
tu palabra, ni que decir de tu saludo.
Desde mi alta cumbre, nada que fuera tuyo,
desde mi cruel retorno, sin que tu vinieras.
De mis soledades, ninguna resonancia
a este momento gris, ni música ni verso.
De lo que estoy viviendo, ni un solo reflejo
llena de inutilidades... Está tu imagen.
Esta acidez de la vida, hace que me arrastre
a esta renunciación, que también es destierro
vivir en silencio, nada hace que te lleve
como pretendo de regreso a mi sendero.
Huir de tu recuerdo, apagarte para siempre
es esta lucha estéril, por lograr mi anhelo
huir lejos, donde no existas, en carne y alma
donde nada, nadie te evoque, rara lucha.
Huir del húmedo sueño, dentro del calor
juntando tus mórbidos labios, a tu aliento,
sentir tus manos de fuego, en todo momento
con tu misteriosa piel sobrenatural.
Huir lejos, lejos de ti, huir de tu sortilegio
de tu hermosa sonrisa, como de un mal sueño
que provoca dentro de mi, llanto y tormento
cuando se que al despertar estarás muy lejos.
La influencia de tu mirada y de tu recuerdo
imposible esperanza, que maldigo y beso
para lograr evadirme hasta en soledad
de este amor que me atormenta sola, en silencio.