Ahora, en este momento,
en donde no podría reemprender de nuevo el mismo viaje,
tan solo hoy me acuerdo
de la antigua estación de tren fría, enlentecida,
que me llevaría en un corto trayecto
a la inhóspita lejanía de mis pensamientos.
Mi valiente decisión de no mirar atrás,
me hace ahora pequeño, frágil
sin fuerzas para regresar,
para volver a empezar de nuevo.
Recuerdo muy pocas cosas,
son como imágenes indefinidas
y quisiera tenerlas nítidas por siempre,
o por lo menos recuperar vuestra sonrisa
y también vuestro perdón.