Mira al cielo, allí encontraras
lo que yo he perdido,
he perdido la vida
pues no deseo divagar
en la existencia de esta tierra.
Prefiero verte volar por mis adentros
en mis sueños y esperanzas
que vivir el momento cuando tu me faltas.
No sientas tristeza mi niña,
sólo alegría, pues mi vida es toda tuya
en el cielo y en tu vida.
Estaré en todos tus atardeceres,
dispuesto con fragancia de ilusiones,
y recitaré mis mejores versos
para que sientas mis placeres.
Te esperaré porque sé que somos uno,
en el cielo, en la tierra, en los adentros
de nuestros sentimientos,
quizás en el tiempo o en la tormenta,
o en aquellos momentos aún no vividos
que guardo en mi memoria.
Mira al cielo cariño, que aún no he muerto,
pero he llevado mi alma lejos,
para protegerla de la maldad de este mundo
que no entiende de amores ni de pasiones.
Mira al cielo que aunque no me encuentres
siempre tendrás mis sentimientos.