No le amo...¡Tan solo le quiero!...,
¡Pero mi Dios!...¡Cuanto le estoy queriendo!,
Desde las heridas de mi cuerpo, que estorban,
Desde esta soledad que me agobia...,
¡Con el cansancio de mis manos y pies!...,
¡Le quiero mi Dios!...¡Cómo le quiero a el!. ...
No me alcanzan las palabras,
para explicarle lo que siento,
y he intentado callarme,
el amor que me bulle dentro,
¡Pero te juro mi Dios!...¡No puedo hacerlo!...,
Con estos sencillos versos,
le diré... ¡Cuanto le anhelo!...,
¡Que es la ilusión de mi vida!,
¡Que es mi preciado pasajero!,
¡Sabiendo de antemano!...
¡Que es en vano mi intento!...,
Porque aunque me escuche decirle...,
¡A gritos mis sentimientos!...,
No alcanzará a saber,
en verdad...¡Cúanto le quiero!...,
Ya es hora de que se aquieten,
los luceros de mi tintero,
que mi pluma no intente,
dibujarle en el papel mis sueños,
para que el silencio le grite,
¡Todo lo que le anhelo!...,
¡Le quiero mi Dios!...¡Y cuanto le estoy queriendo!...,
¡Le quiero cada minuto que respiro y siento!..,
¡Le quiero a mi vida pegado..,
cómo la piel a mi cuerpo!...,
¡Le quiero a pesar del abismo!
¡Que nos separa en el tiempo!
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!