Me gustas porque tienes el reto
del pasado,
el otro despertar asida a mi vientre,
las marcas del deseo
que hurgan mis costados,
los logros bizantinos
que hierven tus paseos,
y entonces me devengo
en la plácida curtiembre,
el trigo de tus savias
envuelto en mis letargos,
despierto acometiendo
la mar de tu occidente,
por mas que me persigan
tus culpas por descargos.
Me gustas en la hilera
de los besos que me debes,
en cada raciocinio
de vértebras despiertas,
me gustas sin palabas
y aún en los placeres
que a veces a distancia
nos deja sin respuestas,
en estos arlequines
que cargan las maletas
sujetos a intereses
de anillos y de reglas.
Y entonces sorprendente
me buscas y me encierras!