Nuestros locos y excitantes cuerpos que,
cuando hacemos el amor,
se desbocan nuestros cuerpos al,
unísono cuan olas huracanadas,
cabalgas sobre mí cuerpo en, una adicción alocada de gemidos y
profundos suspiros de placer.
Que nos transforma nuestros,
alocados cuerpos en un solo ser,
eres como una tormenta huracanada,
que se apodera de mis deseos y
haces que mi cuerpo se excite,
como una enfurecida tempestad y en este cuerpo mío que te desea, con el clamor de tu deseo.
Tus suaves gemidos despavoridos,
de placer consuman nuestro inmenso, amor, este bello y precioso hecho de amor, placentero y juntos entre gemidos y gritos,
llegamos al más celestial orgasmo,
jamás soñado por nadie y
que nos conduce directamente al, más ardiente y perfecto éxtasis.
Tus suaves y dulces movimientos sigilosos, con sutiles y sensuales caricias,
llenas de amor y en silencio, te apoderas de mi mente y
de mí excitado cuerpo que has encendido, en una huracanada tormenta de pasiones.
saboreo ese delicioso y celestial placer que, jamás habíamos soñado tener y
unido junto a un dulce, pasional y
majestuoso orgasmo mientras tus senos,
se endurecen y tus pezones se erectan.
Para suavemente desatar un ardiente y
vivo fuego de pasiones y deseos que, tienes dentro de ti, de tu ser inexplorado, acaricio tu cuerpo y tu piel como un rito, de excitación que hago salir de,
tu garganta esmerados gemidos de placer.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!