Al final del tunel, se vé una luz,
quizá allí, podré descargar mi cruz,
quizá, podré concederme un respiro,
quizá, relajado, podré exhalar un suspiro.
Al final del tunel, una esperanza,
mi mano, a tocarla, casi alcanza,
quizá allí, alivio por fin encontraré,
quizá allí, un poco descansaré.
Al final del tunel, está la respuesta,
el resultado de esta apuesta,
quizá allí, todo se aclarará,
quizá allí, mi sed se saciará.
El final del tunel, largo camino,
tortuoso viaje de este peregrino,
quizá allí, todo será diferente,
quizá allí, podré liberar mi mente.
El final del tunel, meta anhelada,
impaciente y largamente esperada,
quizá allí, a mí pueda dedicarme,
y por fin mi espiritu, pueda guiarme.