En su joven corazón el amor se había asonado,
ya es hoy, hay otras nuevas ilusiones.
En sus delicadas mejillas surge la flor de repente,
su aroma el viento esparce de los rincones.
Aun el ángel sin espalda, sus alas no tienen pasado,
aplaudió de alegría y aprendió a volar.
Ahora despierta del reposo en un mundo diferente,
ansiedad demuestra su bello despertar.
Brillan sus miradas, hay luminosidad en su cabello,
inequívocamente es perla admirable.
La transparencia inocente son como luces con destellos,
en su alma exhibe colores insondables.
En su cuerpo armonizo la primavera, cumple su rol,
y se lanza instintivamente al azar.
Ella misma es el universo que gira alrededor del sol,
su húmeda sonrisa con aroma de azahar.
La vida le regala el soñar en los sueños de colores,
y gozar de lo más dulce de los besos.
Como flores y mariposas, amarse y vivir de amor y amores,
pues sus labios son los más dulces de los cerezos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina