Mía cuando...
me aprovecho de su amor
en plena crisis de primaveras,
en fuentes inagotables
de aguas, que bebe sobre mis venas,
Mía cuando...
supone cántaro silente
el desnudar de sus ropas,
en cada palabra que siente
mi calor, rodeando su boca,
Mía cuando...
me puede su aroma desconocido
porque sabe que muero en su remanso,
en la paz volcánica de un parecido
sacudir del alma, sin un descanso,
Mía cuando...
tergiversa mi rostro en consecuencia
pues mira sin ver todo mi derribo,
en cada sector, en cada secuencia,
en cada geografía de sus cultivos,
Mía cuando...
me destroza, me debilita, me derrite,
cual una vela al fuego incandescente,
al pedirme que por favor le quite
el peso de una rutina...que la trasciende,
Mía cuando...
se viste de encajes, blancos y transparentes
con la lujuría de saberse toda embelecida.
en darme de su cuerpo el puro remante
en la entrega, en la magia, en la agonía,
Mía cuando...
sueña en venirse a mis encuentros
esos, por los cuales, le reservo la vida,
verla, cual fogosa en mis adentros,
que por verte de esa forma...no se lo que daría!