Como sé que se derrama el otoño
por el hueco profundo de mis brazos,
donde habita un amor sin medidas
que llenó de besos
una infancia despoblada...
Sé que ya nos abandona el otoño,
porque las hojas han alfombrado sus calles
y te nombran bajo mis pasos,
porque saben que voy a quererte...
Donde no es precisa la luz de las ventanas
ni hacen falta los muros
por las que trepan
las enredaderas del miedo...
Saben que voy a quererte,
porque las plazas, han cambiado sus colores,
y mis manos se desprenden de mis brazos
y resbalan por todos los caminos de tu cuerpo,
hasta que mis labios se acurrucan, mansamente,
debajo de tus alas,
y mis ojos se hunden en los tuyos
como si fueran de agua...