Sabrás perdonar estas furtivas transparencias
donde todo ocurre, en sinónimos marcados
como las cartas que en la mesa de la ausencia
se juegan a solas cuando nunca has ganado,
sabrás adquirir los logros de tanta melancolía
con el sabor manso del agua a cuentagotas
en la sed del ciprés que se calla y su agonía
se viste entre los cálidos afanes de mis copas,
sabrás atardecer en las noches de mis ruegos
con la intensa costumbre de soñarme entre tus ropas,
dejando a trasluz tu cuerpo entre mis ciegos
deseos de enrolarme en las legiones de tu boca,
sabrás resurgir, como siempre, como antes,
como cuando te conocía sin saber de tu existencia,
química que llega y se nutre de esperarte
en cada intersección que mantiene su vigencia,
Y sabrás mantener las parcelas del terreno
donde amé tu cuerpo sin siquiera desnudarte,
como esas cartas del juego que solemos
con una marca, perpetuarlas a cada instante!