Sobre la vida, la muerte y esas cosas

Saben?.,
aun cuando ustedes lo duden,
en el acto de la guerra y el matar,
casi siempre estube en primera linea
para oponerme con esmero,
y me tocaba ayudar al caido;
el fusil que con mi mochila de medicinas llevaba,
era para santiguarme de cuando en cuando,
y alejar de mi todo mal.
Utopico, no?.
Sin embargo, si encontrabamos algun herido,
sin importar su estandarte,
presurosos para sus males
el conocimiento y la medicina,
gustosos la ofeciamos .
A mucha gente vi morir en mis brazos,
y en ese sublime momento,
en que el alma del cuerpo se separa,
temerosos con su vista me buscaban,
y yo indefectiblemente
les hablaba del amor de Dios;
y veia como encontraban ya serenos,
su camino al mas alla.
Tambien muchas veces senti,
como un angel a mi lado descendia,
y tomando mi mano con firmeza la dirigia,
y a la muerte con jubilo le deciamos : este no.
Sin embargo no es mi objetivo venir a jactarme,
si no, que ahora veo como sin sentido,
con el instinto bestial de un asesino,
los matan en el vientre,
sin siquiera darles la oportunidad de conducirlos,
con suaves y dulces palabras,
a ese nuestro DIOS, que es todo amor.
Asi que quisiera que todos gritaramos juntos,
y al aborto le dijeramos : ESTE NO.