SOLEDAD COMPARTIDA

Lunes doce de un mes de Marzo

cuando el viento y la lluvia

anuncian las proximas fallas.

Ha pasado la hora de la comida,

soledad completa y calma total,

tan solo el perro que me observa,

que gusta del silencio como yo.

Ese silencio agradable, que no molesta

que nos rodea sin tocar.

Damos una rapida vuelta por la calle,

el tiempo no acompaña para pasear

y ni el perro, cosa extraña, tiene ganas.

Volvemos al calor del salon,

un disco dando vueltas

y un libro entre las manos.

Hay que preparar la proxima mudanza,

entre discos, libros y ropa,

se va pasando la tarde.

Ya se acerca la noche,

soledad compartida, solos el y yo.

Jon Chave