Cántame una nana y procura
dormirme en el tiempo,
que tú y yo sabemos con premura
esto que está sucediendo.
Átate las manos y espera
a que me libere de este infierno.
No me castigues con indiferencia
alardeando de tu ingenio.
Llevo el rastro marcado de tu amenaza,
la cicatriz perpetua, ensangrentada
y cultivada.
Lloro por tierra, mar y aire;
algo me duele y atormenta…
Cántame una nana.
Mi piel se está desecando.
No respiro, sollozo.
Arañas mi oxígeno, me envuelves,
acurrucando tu codicia
en mi corazón herido.
Déjame vivir para que otros vivan;
solo necesito mi espacio.
No manipules tu entorno,
no solo es tuyo.
Vives de mí, por eso…
cántame una nana.